Bueno, tampoco es que esté viejo.
Recién tengo 22 para 23, pero pasé por un par de cosas que te hacen crecer y madurar de golpe (me hace falta madurar un poquitín mas). La mayoría de todos ustedes no saben a qué me refiero, salvo Nico (quien por cierto hoy pasé a visitar a la vuelta de Capital). Ni van a saber, fué (y es) algo muy complicado para mí pero no tienen por qué ser parte de esta angustia.
A la historia.
Había una vez… un chico que bailaba. Ni bien ni mal. Solo bailaba y por ser alguien nuevo todes querían bailar con el.
Un tiempo después ese chico se convirtió en lo que realmente es: un gil mas del montón quemueve las piernas mas o menos al ritmo de la música.
Y así hasta esta semana.
Este Lunes bailé en el Jardin, el viernes 14 nos toca en un evento, el 21 en el Teatro Argentino y el 30 para el embajador de Lituania.
Será mi corte de pelo?