pero sumamente cobarde para amar… na na ra nana na…
Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que amanecí en plaza Alsina cantando esa canción, los árboles deben saberla de memoria.
pero sumamente cobarde para amar… na na ra nana na…
Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que amanecí en plaza Alsina cantando esa canción, los árboles deben saberla de memoria.