El otro día (antes de saber que tengo que rendir este martes por la mañana) me fui a caminar por las vias del tren detrás del Hipódromo, hace bastante que las miro con cariño, sobre todo a un par de torres que están muy buenas para subirse y registrar un amanecer (pero entre el frío y la fiaca van a pasar un par de semanas hasta que lo pueda hacer, además tengo que subir antes de día para evitar sorpresas de madrugada). No me animé a hacer todo el tramo hasta Ensenada porque faltaba poco para que oscurezca y además tenía que volver para la radio. Una cosa mas para hacer en verano…