Para el grabado del anverso decidí usar esmalte en lugar de cera. Cubrí todo con esmalte de uñas y después hice un par de guías con marcador. Me gustó como queda el rojo y azul con el dorado aunque tendría que usar un esmalte vítreo o una resina para que el acabado se mantenga.
Después me acordé por qué no usaba ese esmalte. Con las burbujas del ácido se levantó y se hizo un desastre tremendo. Otra vez con la cera.
Los trazos quedaron muy irregulares así que retoqué todo con un punzón. No me acuerdo cuándo fue la última vez que me dolió tanto el antebrazo. Después de eso cubrí todo con estaño. La tensión superficial es bastante molesta en este paso.
Pulir pulir pulir… Y así quedó (por ahora, tengo que repasar un par de huequitos):