“El tren para hacerse hombre pasa una sola vez en la vida”
Lo ví venir, paró justito frente a mí, siguió de largo. Un año después da marcha atrás y nuevamente abre sus puertas en mi andén. Por mas que quiera no subo. No puedo, no me animo. Un solo paso, dos palabras, me separan de la dicha mas grande. En cada despedida me muero, unos centímetros nada más hasta tu boca tan cercana, y nunca llego a ella.