Cuando un amigo se va…

queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo… Algo así cantaba Cortez. Este sábado murió mi primer profesor de tango, Mariano, a los 33 años. Me enteré el domingo, no llegué a tiempo para darle el último adiós. Fué un finde raro, por un lado pasé la mejor noche (y mañana) en muchísimo tiempo con una mujer, por el otro confirmé  que soy un pelotudo a cuerda y perdí un amigo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.