Juguetes eran los de antes.

Hoy (ayer ahora) vine re contento porque promocioné Introducción a los Circuitos Lógicos y Digitales, así que decidí tomarme el día para ordenar un poco el galpón. Después de todo se me hace cada vez más difícil estudiar en casa con gente dando vueltas, aparte de eso me anoté en un concurso de grabado y no da para dejar botellas con ácido o las planchas a medio terminar adentro.

Moví muebles, tiré quichicientos millones de porquerías y… encontré una caja con nuestros juguetes. Me vinieron montones de recuerdos a la mente, me acordé de la cara que teníamos de chiquitos mi hermano y yo. Las fantasías, los juegos y escenarios que inventábamos, la fascinación que esas cosas de plástico y madera nos producían.

Rastis a montones, muñecos de los Halcones Galácticos y el Gran Dragón del Espacio (qué tardes viendo dibujitos en ATC!!!), hasta figuritas y muñecos de los Power Rangers (no puedo creer que miraba eso).

Los recontra quiero. Mucho. Pero no los uso ni puedo disfrutarlos de la misma forma que antes por más que intente, así que me puse a limpiarlos para dejárselos a mis ahijados. Lo primero que me llamó la atención es la robustez con la que estaban construidos. Esta nave de los Halcones va a durar fácil otros trece años, el reloj de Ben10 que le regalé el año pasado ya está por estirar la pata.

Una de las naves de los Halcones Galácticos. Por ahí tengo también la de Vaquero.

Otro detalle loco es que esa nave ya tenía unos once años cuando me la dieron (fué hecha en Mexico en el 86 según las marcas internas). O sea que ahora tiene veinticuatro años. Estos fueron atacados por un par de salvajes pero sobrevivieron:

Muñequitos de los Halcones Galácticos, están así por portarse mal.

Cosas varias. Llaves, un rompecabezas, monedas de un centavo (tomá!, atrevete a cagarme de  nuevo con el cambio) y fichas de Entel de dos tipos. Una de ellas sirve para el Sacoa. Sigue existiendo el Sacoa?. Un codo antiguo de bronce, un núcleo laminado de transformador y un tejido hecho en una pieza de un rulemán. También una pila de mercurio. Mercurio y Bronce, mis metales favoritos. (no, no y no. No les voy a dar una pila de regalo)

Núcleo de un transformador, codo de bronce y algo hecho con hilo y parte de un rulemán, también de bronce

Monedas, fichas y llaves

Con las próximas imágenes mas de una psicóloga debe estar soñando en encontrarme. Hasta los quince dibujaba garras y cosas que parecían las descripciones de los músculos en tratados de anatomía. Abajo, tres gomeras y una escopeta de juguete (somos dos con mi hermano, una de repuesto?)

Dibujos raros

Tres gomeras para dos hermanos. Una escopeta de juguete que tira balines de verdad (y cómo duelen!). Un muñeco frankenstein, el vello del pecho son clavos.

Para volver un poco a la normalidad un camioncito, hay fácil dos cajas de zapatos con autitos metálicos de diversos tamaños, modelos y colores. Nada que ver con la gadorcha plástica que venden ahora. Gadorcha gadorcha gadorcha. Ya sé que te robé el término pero me encanta.

Camioncito

Otras cosas… Los planos de un avión, seguramente era de mi viejo. Tazos de Pokemon… qué porquería, voy a guardar dos nomás porque tienen el mismo nombre que la note (s/i/y).

Dentro de doce años vuelvo a postear cuando estos juguetes pasen a manos de mis sobrinitos.

Planos del avión planeador remolcado "Teniente Origone I", qué nombre. Debe ser de mi viejo.

Tazos de Pokemon. Uno dice Onix

Hospital Trabajadores de la Carne I

Anoche estaba medio bajón y aburrido, encima en la radio sonaba Elliot Smith, si bien me gusta su música siempre contribuye a ponerme medio triste. Hacía rato que la idea de ir al hospital de noche me venía dando vueltas en la cabeza, así que tomé la cámara y empecé a caminar, después de todo son cinco cuadras.

Es uno de los lugares de Berisso que más me atrae, no sólo por las escaleras, sino porque en general me gustan los edificios antigüos; además este me hace acordar al de la serie Kingdom Hospital. No me animé a entrar porque siempre que voy a estos lugares solo me pasa algo (quedarte un feriado colgando con una pierna trabada en el ascensor no está copado. No sucedió pero es casi seguro que me pasaba algo por el estilo), además en la casa de enfrente había una fiesta y todos me miraban raro (o sea, como siempre).

La mayoría de las fotos están sacadas en F/7.1 en ISO80 (un par en 100 y 200) con exposiciones de 1 a 8 segundos. Me gusta usar la apertura mas chica posible, de noche implica usar tiempos largos y el trípode. Igual, aunque use una bastante grande ya en iso 200 el ruido me molesta mucho, así que de todas formas termino con tiempos muy largos como para tenerla en la mano.

Antes…

Bueno, hasta hace un rato estuve estudiando y viendo ideas y formas de financiación para un pequeño emprendimiento dado que seguramente este mes deje de trabajar, no precisamente porque yo quiera. Como seguía sin sueño me puse a ordenar un poco y encontré fotos viejas, cartas de “amor” que escribíamos en la secundaria, hasta las tarjetitas de comunión. Cosas de épocas en las que era feliz. Ahora debería serlo, pero llevo como un año medio bajón; como si fuera poco estoy mas sensible que de costumbre, o peor aún, no puedo contenerme y saco a relucir todo. Llorar hace bien no? no? No sé, ponerte a llorar viendo fotos de tu infancia o una tarjeta que te dieron en el 97 para tu cumpleaños no está bueno.

Ferroviario I

El otro día (antes de saber que tengo que rendir este martes por la mañana) me fui a caminar por las vias del tren detrás del Hipódromo, hace bastante que las miro con cariño, sobre todo a  un par de torres que están muy buenas para subirse y registrar un amanecer (pero entre el frío y la fiaca van a pasar un par de semanas hasta que lo pueda hacer, además tengo que subir antes de día para evitar sorpresas de madrugada). No me animé a hacer todo el tramo hasta Ensenada porque faltaba poco para que oscurezca y además tenía que volver para la radio. Una cosa mas para hacer en verano…

Y me vuelvo cada días mas grone

de no creer… hoy llego a casa y estaban viendo Pasión de Sábado. Pensé que en cualquier momento salía Bill Murray a decirme que era una broma. (disclaimer: si si, de pibe iba a Luna Morena, allá en calle siete al fondo. Pero todos cambiamos no?)

Te acordás?

… de la primera vez que te alcé para subirte al auto?

… de cuando, mucho antes, recorrí medio barrio para prepararte un té calentito porque tenías frío?

… esa cena en la que te prometí bailar con vos, no sabíamos bien de qué manera pero algo íbamos a hacer los dos.

… nuestro primer beso en el parque? (y lo que hicimos después. Y lo que no también)

Cuánto tiempo estuvimos juntos, no como compañeros de causa, sino como compañeros de la vida. Dos meses? No sé, supongo que mas o menos duró eso. Cada vez que veo una silla de ruedas me acuerdo de los hermosos momentos que pasamos, y me pregunto por qué no nos conocimos hace dieciséis años.

Terminando algo…

Ayer fue el día del Amigo, tenía pensado desde hace una semana mas o menos ir a ver a la Flower pero me levanté bajón y sintiéndome como para resfriarme así que me quedé en casa. Estaba en ese estado que me agarra seguido, me siento mal, bajón, desganado, y lo peor de todo es que casi nunca tengo un motivo real para estar así. Hice lo de siempre en esas situaciones, ordeno un poco, cocino y después me siento a tomar mate y leer. Leer de todo, como para distraerme y volar,  soñar, creer que otras vidas, otros logros son los míos (ni en pedo un apunte de la facultad…).

Por una de esas cosas volví a caer en el sitio de Paul Graham; cada vez  que lo visito leo y releo sus ensayos, encontrando algo nuevo, o resignificando las cosas que ya recordaba. Hay uno muy bueno sobre una charla de Hamming (el de los laboratorios Bell). Eso me hizo pensar en un par de cosas puntuales, sobre todo la forma en que estoy encarando mi vida académica y profesional. Así como algunas personas pueden caracterizarse, reconocerse, por sus logros, otras pueden definirse por las cosas inconclusas.

No hay necesidad de nombrar nombres pero últimamente estoy tendiendo a parecerme mucho mas de lo que quisiera (solo en ese aspecto) a cierta persona allegada, bien sea que mire mis repositorios o la estantería encuentro proyectos a medio terminar, otros ni siquiera empezados.

Entonces, aprovechando que no iba a salir decidí terminar algo, por más simple que sea. Terminé dos cosas a falta de una. O una y media siendo un poco mas crítico.

Una, preparé de una vez el repositorio git de alsa para hackear tranqui el driver del cm6206 y volví a mandar los parches (no me dieron bola, así que en un par de días pongo a medio mundo en cc a ver si logro un poquitín de atención).

Dos, retomé el flash anular (o ring flash) que había empezado a hacer con papel maché para sacar mejores fotos con el macro. Monté ocho de los dieciséis leds blancos, incluso con cuatro la iluminación es bastante pareja aunque la intensidad no es muy adecuada. Ahora estoy con fiaca, luego subo fotos del proceso, que lleva casi mes y medio de iniciado. Antes no lo había notado pero mientras hacía los agujeros para pasar los led me dí cuenta de lo resistente que se hizo la estructura en base a papel secante y adhesivo vinílico, es increíble lo robusto que quedó el reflector.

Cuando un amigo se va…

queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo… Algo así cantaba Cortez. Este sábado murió mi primer profesor de tango, Mariano, a los 33 años. Me enteré el domingo, no llegué a tiempo para darle el último adiós. Fué un finde raro, por un lado pasé la mejor noche (y mañana) en muchísimo tiempo con una mujer, por el otro confirmé  que soy un pelotudo a cuerda y perdí un amigo.

Autosabotaje o cagón?

(hace casi un mes que lo tengo en borrador, así que no pasa nada si lo tiro tal como está. Además decidí dejar de esperar y preocuparme por algo que no va a pasar gracias a que no me animo a decir las cosas como son y enfocarme en ser feliz con lo que ya tengo)

Estuve todo el domingo dudando si lo escribo o no lo escribo, después de todo este no es el espacio indicado para hacerlo pero ya me está molestando el hecho de mantener varios sitios a la vez.

Hace un tiempo, digamos el año pasado y hace unas dos semanas y media, estábamos hablando de las relaciones y el autosabotaje. Concretamente que cada dos pasos que doy retrocedo tres y me doblo el tobillo a propósito. Hago una boludez atrás de otra. Y lo peor de todo es que ya no es algo inconsciente; mejor dicho sí, pero por lo menos me doy cuenta de qué es lo que hice.

Este sábado me volví a casa con una sensación de impotencia tremenda, de no ser por el sueño que apenas me permitía estar en pie me hubiera ido a plaza Alsina para pensar y mirar el amanecer tras las vías como para mermar la amargura.

En muchos otros sitios se presenta al autosabotaje como una forma bonita de decir cagón, y la verdad que acabo de confirmarlo. Después de una noche de juerga y baile caimos en Buko para encontrarnos con unas amigas, una de ellas es una mina que me vuela la cabeza. Así, no hay otra forma de decirlo. Me v-u-e-la la c-a-b-e-z-a. Y que hice? hablamos de boludeces, que qué hicieron antes de venir, que lindo que está el dia, tomamos unas cervezas y nada. Nada. Nada.

No hace falta decir más.

Fumar es un placer…

…genial, sensual…

Ésta es genial. En la época que fumaba podría haber pensado de la misma manera pero hoy en la clase de tango aborrecí muchísimo al cigarrillo.

Vino una muchacha nueva a aprender a bailar, agarraba rápido las cosas pero tenía un aliento que te tiraba abajo. Horrible.

Hacete bendecir el alma porque el cuerpo se te está echando a perder diría una de las viejas.

Masonry II: penmanship

Anoche mientras repasaba llegó un momento que los apuntes de islyd me hablaban en francés, tenu, soutenu, failli… Ya era demasiado, para despejarme fui un ratito al patio a ver como fraguaba la tapa. Hacía falta corregir un par de cositas así que llevé el equipo de mate con la luz de emergencia y me puse a hacer un pastoncito en el balde.

Una vez que terminé la miraba y miraba, algo le faltaba. Sin saber muy bien qué quería hacer busqué una pluma barata y gruesa y el punzón finito. Jugando y dibujando salió algo. Es la primera vez que trabajaba con cemento como medio, a veces se sentía raro, cuesta darle dinamismo a los trazos de forma natural. No quedó muy parejo ni prolijo pero por ser la primera vez y estar hecho sin grilla, ni planificación ni nada por el estilo me dejó contento. Ahora sólo falta darle color.

"Porque existen otros mundos, pero están en este"

Por qué cerrás los ojos?

El otro día mientras bailábamos una chica me preguntó

“¿por qué cerrás los ojos?”

No le contesté nada profundo, creo que fue algo como

“no se… porque me distraigo menos”.

En realidad hay un montón de cosas atrás, por suerte para mi el riesgo de degeneración macular es mínimo, aunque hubiera sido un motivo de peso. Es algo complicado de explicar a alguien que no lo experimentó antes.

Abrazarte, cerrar los ojos y escuchar la música. Con solo apoyar suavemente la mano sobre la espalda ya sabés todo: en que pierna está parada, si le gusta el tema, para dónde y con qué quiere seguir (eso ayuda mucho). Hasta las expresiones que hace con la cara se notan en esa fusión. El resto de las parejas desaparecen y por tres minutos nosotros somos uno y la melodía nos lleva.

Muchas veces cuando veo a otras parejas bailar se nota que son dos. Ambos se mueven al compás, se ve bonito, se entienden. Pero son dos. Cada uno en su mundo y a su vez están con el resto.

No me gusta. Para mí el tango involucra una conexión; no es fácil de lograrlo, sobre todo cuando es la primera vez que bailás con alguien pero ya le tomé la mano. La espera en los primeros compases es fundamental, en ellos se develan todos los signos, tanto conscientes como involuntarios, y te enseñan el alfabeto con el que la otra persona se comunica.

Salvo algún caso muy especial el primer tema de la tanda lo bailo casi completo mirando a las otras parejas. Si bien se presentan variaciones puntuales en las figuras, todos hacemos mas o menos lo mismo y al cabo de un rato ya incorporás el patrón. El barbudo, paso paso amague, abre lento, repite. El viejito de atrás, paso paso paso, cruce, paso paso, algún que otro ocho suelto. Ya está. Dejando de lado alguno que se va al medio o se pone a probar cosas y no avanza ya sé qué lugar ocupa cada uno a medida que pasa la música.

Cierro los ojos, cuento cuatro y miro. Bien, todos están mas o menos donde esperaba. De nuevo. Cuento ocho y miro… Y así hasta el final. A veces me siento con suerte y cuento dieciséis.

Durante tres minutos somos sólo los dos y la música, charlamos de un montón de cosas en pasos y cadencias (porque para hablar con palabras no soy muy expresivo que digamos). En esos tres minutos nos fuimos a otro lado y yo soy feliz, o por lo menos así lo creo.

Aunque seguimos siendo dos. Daría todo por que fuéramos uno. Pero no sé dónde estás, ni quién sos. Quizás ni siquiera bailes y no te halle nunca. O te encontré alguna vez y dejé que te fueras.

“Ey ey, abrí los ojos! la tanda se acabó, ya se fueron todos a tomar algo y estamos solos en la pista”